Por Stefania Tudorache | APIDI, Portugal
Las mujeres refugiadas en Europa se enfrentan a una «doble desventaja» en el mercado laboral, ya que combinan los retos del desplazamiento con la arraigada desigualdad de género. Un estudio reveló que solo el 13 % de las mujeres refugiadas recién llegadas a Alemania tenían empleo en 2017, una diferencia notable en comparación con el 74 % de las mujeres alemanas nativas. Superar esta brecha es vital no solo para las propias mujeres, sino también para las economías que se enfrentan a la escasez de mano de obra. La Unión Europea ha convertido esto en una prioridad: el Plan de Acción para la Integración y la Inclusión 2021-2027 insta a los Estados miembros a tratar las necesidades de las mujeres (especialmente las que tienen hijos) «como una cuestión prioritaria» a la hora de diseñar el acceso a la educación, el cuidado de los niños y el mercado laboral. Los fondos de la UE, como el Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI), y programas como Erasmus+ apoyan específicamente la formación, los cursos de idiomas y los programas de mentoría para las mujeres refugiadas.

Política y financiación en la práctica
La estrategia de integración de la Comisión Europea hace hincapié en que «apoyar el espíritu emprendedor, entre otras cosas mediante el acceso a los programas de microcréditos existentes, es un canal fundamental» para ayudar a los nacionales de terceros países a contribuir a la economía. En la práctica, esto significa financiar proyectos que ofrezcan formación a medida. Por ejemplo, el proyecto «Empoderar a las mujeres refugiadas para que tengan éxito en carreras relacionadas con la hostelería», financiado por Erasmus+, ofrece cursos de idiomas específicos para cada profesión y formación profesional a mujeres refugiadas poco cualificadas que desean desarrollar una carrera en el sector de la hostelería, eliminando las barreras para trabajar en ese sector. Del mismo modo, las directrices de la UE sobre las personas desplazadas instan explícitamente a los Estados miembros a «atender las necesidades de las mujeres con hijos» para ayudarlas a aprovechar las oportunidades de empleo. Las recientes convocatorias del AMIF se han centrado en proyectos para mujeres migrantes, apoyando el asesoramiento laboral, la formación lingüística, la mejora de las competencias y la tutoría específicamente para mujeres.
Ejemplos de programas eficaces
Una serie de proyectos respaldados por la UE demuestran cómo la formación y el apoyo pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, en Grecia, el proyecto RIDE (financiado por el AMIF) ofreció una formación híbrida de asistente virtual para mujeres refugiadas y migrantes. Abordó explícitamente obstáculos como las barreras lingüísticas y el cuidado de los niños, proporcionando horarios flexibles y un entorno de aprendizaje seguro. En Italia, Lituania y otros cinco países, el proyecto PITCH co-creó «hojas de ruta de integración» sensibles al género para mujeres migrantes. Estas hojas de ruta combinaban clases de idiomas, mejora de las competencias y actividades sociales adaptadas a cada mujer. Solo en Lituania, 27 mujeres alcanzaron los niveles de idioma A1-B1 y 3 encontraron nuevos empleos gracias a la formación piloto de PITCH.

Barreras persistentes y soluciones prácticas
A pesar de los avances, siguen existiendo importantes obstáculos. Las diferencias lingüísticas y culturales siguen ralentizando la integración, por lo que es esencial ofrecer cursos de idiomas accesibles. El cuidado de los hijos y las obligaciones familiares son otro obstáculo importante: las madres refugiadas a menudo no pueden asistir a cursos de formación a menos que se les proporcione cuidado infantil. Las directrices de la Comisión subrayan que vincular la educación infantil con el acceso al empleo ayuda a las madres a aceptar puestos de trabajo. El reconocimiento de las cualificaciones también es fundamental: muchas mujeres refugiadas ejercen profesiones en sus países de origen (por ejemplo, la enseñanza o la enfermería), pero tienen dificultades para que sus títulos sean reconocidos en la UE. Entre las soluciones se incluyen la oferta de evaluaciones alternativas de competencias y cursos puente (por ejemplo, los países de la UE suelen utilizar los sistemas ENIC/NARIC para validar los títulos extranjeros incluso sin documentación). La discriminación y la falta de redes locales son otros problemas. El mentoring específico (emparejar a mujeres refugiadas con mujeres profesionales locales) y los eventos de networking pueden superar el aislamiento. De hecho, los expertos señalan que las mujeres refugiadas «a menudo tendrán menos posibilidades de acceder a eventos de networking empresarial debido a sus responsabilidades de cuidado de los hijos», por lo que se necesitan programas de divulgación y microcréditos a medida para garantizar que no se queden atrás.
Responsabilidad compartida
Todas las partes interesadas tienen un papel que desempeñar. Los gobiernos deben seguir financiando la integración con perspectiva de género, lo que significa apoyar las guarderías y los horarios de formación flexibles, además de los cursos de formación profesional. Las políticas nacionales pueden fomentar el reconocimiento de las titulaciones extranjeras simplificando los procedimientos. Los empleadores deben tratar de contratar a mujeres refugiadas creando puestos de aprendizaje o prácticas y ofreciendo apoyo lingüístico en el trabajo.
Las empresas europeas también pueden actuar como mentoras de los refugiados: una iniciativa conjunta de Tent Partnership y otras organizaciones ya ha conseguido que grandes empresas se comprometan a asesorar a las mujeres refugiadas en la elaboración de currículos y en las entrevistas de trabajo. Las ONG y los proveedores de formación deben adoptar las mejores prácticas de proyectos como RIDE y PITCH, que ofrecen entornos de aprendizaje seguros, mediación cultural y planes de apoyo individualizados. Los ayuntamientos y los servicios sociales pueden reforzar la divulgación, garantizando que la información sobre los derechos laborales y los servicios llegue a las mujeres refugiadas en sus propios idiomas. Por último, las comunidades deben celebrar los casos de éxito de las mujeres refugiadas en el mercado laboral, tanto para inspirar a otras como para desafiar los estereotipos.
Una llamada a la acción
Empoderar económicamente a las mujeres refugiadas es tanto un imperativo moral como una ventaja práctica para Europa. Con el respaldo de la UE a través de fondos como el AMIF y programas como Erasmus+, ya existen iniciativas prometedoras que están ayudando a las mujeres a superar barreras. El proyecto EmpowerHer muestra cómo funciona esto en la práctica: combinando formación personalizada, herramientas digitales innovadoras, desarrollo de capacidades para educadores de adultos y sólidas alianzas con las partes interesadas. EmpowerHer crea vías claras y accesibles hacia el empleo y el autoempleo. La ampliación de estos enfoques basados en datos empíricos, como clases de idiomas diseñadas para puestos de trabajo específicos, módulos de formación profesional que reconocen el aprendizaje previo, tutorías y apoyo para el cuidado de los hijos, y vínculos con los empleadores locales, permitirá a muchas más mujeres refugiadas encontrar un trabajo significativo o crear una empresa. Se insta a las partes interesadas de toda Europa a actuar ahora: invertir en estas ayudas de eficacia probada, abrir las puertas al empleo y los mercados, y reconocer el talento sin explotar que aportan las mujeres refugiadas. Hacerlo no solo honra nuestros valores, sino que también fortalece las economías y comunidades locales, convirtiendo el potencial en prosperidad real y compartida.

Referencias
European Commission. (2020). Action Plan on Integration and Inclusion 2021–2027. Publications Office of the European Union .
European Commission. (2022).
European Commission. (2024). Progress tracker: Action Plan on Integration and Inclusion 2021–2027. Brussels.
EmpowerHer. (s.f.). An inclusive future begins with empowered migrant women.
International Organisation for Migration (IOM). (2023). Promoting Inclusion Through Cultural Integration and Heritage (PITCH) project evaluation. Vilnius: IOM Lithuania .
SolidarityNow. (2022). Refugee Integration through Digital Entrepreneurship (RIDE) project results. Athens.
Tent Partnership for Refugees. (2022). Mentoring refugee women in Europe: Corporate commitments. New York.
WEIP Consortium. (2023). Women’s Empowerment, Integration and Participation (WEIP) project outcomes. EU AMIF Programme .
WINGS Project. (2024). Rise Up: Career Development for Migrant Women. Erasmus+ Strategic Partnership .